Autor: mecastillog@gmail.com
Nuestro país ha caído en un bache en el sistema educativo
que abarca desde los primeros años hasta el nivel universitario, siendo
necesario mencionar que algunas instituciones son la excepción, notándose más
la diferencia en el sector privado que en el público.
Vengo de estudiar en el sistema educativo público y a mis 51
años, puedo dar fe que éste era muy bueno a tal grado que podía competir con el
privado, preguntándome ¿Qué pasó para experimentar este cambio negativo en el
sector público?, aquí hay una serie de causas que van desde la falta de apoyo económico
del Estado, corrupción, modificaciones de planes de estudio, falta de una real supervisión
del Ministerio de Educación, maestros no identificados con el don de la
enseñanza, etc.
Lo que si no podemos negar es que ahora el nivel educativo en
general ha retrocedido muchísimo, y de eso puedo dar fe, ya que he sido
bendecido al estudiar dos carreras en la Universidad de El Salvador (UES), una
es la licenciatura en contaduría pública, y la otra es la que aun estoy
cursando en la licenciatura en ciencias jurídicas.
En ambas carreras he tenido buenos docentes (son pocos pero
los hay), pero hay muchos que deberían ser sustituidos porque no asisten a
clases, si asisten solo llegan a perder el tiempo y no le enseñan a los
alumnos, otros llegan hablar de ellos y de lo que tienen, muchos son envidiosos
y no enseñan lo que el alumno necesita conocer, más de alguno después de
graduarse se quedo en la universidad como instructores y hoy son docentes sin
ninguna experiencia práctica, hay docentes acosadores de jovencitas, otros
maltratan a los alumnos, etc.
Aparentemente hay un control de estas actuaciones en la UES,
ya que antes que finalice cada ciclo los estudiantes debemos llenar una evaluación
de cada docente, sin embargo eso no sirve de nada ya que en los subsiguientes
ciclos, los docentes que han sido mal evaluados siguen dando clases, lo cual
decepciona a los alumnos.
También falta actualizar los planes de estudio, y facilitar folletería
actualizada para nuestro país, ya se tiene la costumbre de utilizar bibliografía
extranjera, que en la mayoría de los casos no se adapta a nuestras realidades.
Por otra parte, también es necesario hacer consciencia que
hoy los alumnos son más cómodos que antes, no estudian, copian descaradamente, no
saben escribir ni hablar en público, no les gusta leer y la tecnología los ha
afectado negativamente en la mayoría de los casos.
Es de lamentar que los jóvenes que son el futuro del país,
hoy no sepan ni lo que quieren ser en su vida y no tengan definido un objetivo,
sin embargo siempre hay excepciones ya que existen jóvenes aplicados,
estudiosos, con muchas cualidades, pero son la minoría. Me duele decirlo pero
es la verdad, la UES ha bajado su calidad de la enseñanza, estando graduando a
muchos jóvenes que no tienen los conocimientos básicos para desarrollarse como
profesionales.
A todo esto hay que sumarle que los gobiernes de turno no le
han apostado a mejorar la educación, ¿Por qué?, bueno porque un pueblo
ignorante es más fácil de manipular, así de sencillo.
Hay un mal endémico que también afecta a la educación, y esa
es la corrupción de parte de funcionarios y empleados públicos, que pertenecen
a todos los partidos sin ninguna excepción. El cambio del partido de gobierno de
uno de derecha a uno de izquierda trajo esperanzas, pero al ver cómo han
actuado algunos de sus prominentes miembros, he llegado a la conclusión que son
la misma mica pero con diferente cola, en otras palabras son más de lo mismo.
Cerca de donde vivo, vive una diputada del partido actual en
el gobierno, quien en la época de propaganda vociferaba que ella era cercada
con la gente ¡Que gran mentira!, ya que ella en lo personal no se relaciona con
sus vecinos, no les habla, ni saluda, no se preocupa por conocer que piensan de
su gestión; y si así hace con la gente más cercana a su vivienda, ¿Cómo puede
hablar de cercanía con la ciudadanía?
Pudiéramos seguir hablando sobre las fallas del sistema
educativo, sin embargo con hablar no se cambiara nada, por lo que sugiero que
empecemos a cambiar nosotros mismos, exhortando a los jóvenes a que aprovechen
su tiempo en las escuelas, institutos y universidades, ya que esa es la única
herencia que les dejaran la mayoría de los padres, la cual si la saben
aprovechar les permitirá ser personas de bien y sobrevivir en esta sociedad
cada día más frágil a la mediocridad, delincuencia, corrupción, etc.
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