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lunes, 31 de diciembre de 2018

ADMINISTRACION DE GREMIALES DE CONTADORES Y AUDITORES


Autor: Mario Ernesto Castillo Guzmán

Hoy es el último día del año 2018, por lo que haciendo una valoración de los diferentes eventos que he vivido, decidí escribir sobre un tema que conozco un poco, porque tengo veintisiete años de ser Miembro de la gremial de contadores y auditores más antigua del país, la Corporación de Contadores de El Salvador y casi cinco de la más joven que existe, Red de Contadores de El Salvador, por lo que he seleccionado el relacionado a la administración de estas Asociaciones profesionales.

Desde el 1 de diciembre de 2017 entraron en vigencia las reformas a la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría (LREC), siendo una de fondo la relacionada a que las personas que firmen estados financieros como contadores, deben solicitar su acreditación ante el Consejo de Vigilancia de la Profesión de la Contaduría Pública y Auditoria (Consejo); al estar acreditados, éste les asignará un número de contador con el sello respectivo, para que lo utilicen en sus actuaciones profesionales.

Ahora el Consejo autoriza y supervisa legalmente a los contadores, por lo que éstos están obligados a cumplir con las cuarenta horas de educación continuada, que antes le era aplicable solo a los auditores externos; esta nueva exigencia a los contadores les hará tomar una decisión de afiliarse o no a una gremial ¿Por qué? Bueno porque a las personas que son Miembros de una gremial, se les da precios preferenciales en los seminarios de capacitación.

Lo bueno de las reformas a la LREC es que ocasionará que muchos contadores se afilien a una gremial, lo cual es positivo para la profesión en general, porque solo siendo Miembro de una de ellas, se puede experimentar que afiliarse no es un gasto sino una inversión, ya que las gremiales brindan beneficios a sus Miembros, por ejemplo: precios preferentes en las capacitaciones, comparten información de importancia, ofrecen seguros de vida gratuitos, envían boletines técnicos, uno amplia su circulo de amigos o conocidos, se dan reencuentro de personas que tenían años de no verse, etc.

Cualquiera que sea la gremial a la que pertenezcas o te afilies, ésta tiene Estatutos en los cuales se reúnen los acuerdos que tomaron sus fundadores para regir las relaciones internas y externas de los Miembros de la Asociación; una gremial es un ente abstracto que no se puede tocar o hablar con ella, sino que quienes le dan vida son sus integrantes.

Como en toda entidad, se hace necesario delegar la administración de la gremial, lo cual se encuentra definido en sus Estatutos, es decir que debe existir un artículo que establezca los órganos de administración y control.

Por regla general la administración de una gremial, se le asigna a una Junta Directiva o Consejo de Administración, cuya cantidad de integrantes suele ser impar para facilitar las votaciones que haya al interior de la misma; lo que no es frecuente es que haya un órgano independiente que controle las actividades de la Junta Directiva o Consejo de Administración, pero que los hay, si puedo dar fe de ello.

Lo que varía en los Estatutos de cada gremial respecto a su órgano de administración es el nombre de los cargos, cantidad de directivos, los requisitos para postularse a cada uno de los cargos, periodo de vigencia en los cargos, proceso de elección, detalle de sus facultades y obligaciones entre otros.

Los Miembros que deciden incursionar como directivos en algunas ocasiones no se involucran como se debe, por lo que es frecuente que su aporte en tiempo sea mínimo; sin embargo, hay casos excepcionales donde se involucran en un 101%, para lo cual tienen que recortar el tiempo que le dedican a su trabajo y familia. 

Si todos los directivos se involucran en las actividades de la gremial como debe ser, entonces resulta más fácil lograr las metas que se hayan propuesto, pero si no todos colaboran, el trabajo se le recarga por lo general al presidente de la Junta.

Una de las características de asumir cargos y sus obligaciones en una Junta Directiva, es que éstos se desempeñan ad honorem, es decir de choto, lo cual no lo hace cualquiera, sino solo las personas que están identificadas con la profesión. 

No es lo mismo administrar una gremial con gran historial que una relativamente joven de existir, tienen sus pro y contras; en una Asociación con amplia historia, uno de esos contras es su misma historia, la cual les limita a innovar y tomar decisiones oportunas y apropiadas, en cambio en una Asociación joven, los cambios se asimilan rápidamente porque existe menos burocracia.

Independientemente del tamaño de una gremial, se requiere que quien la dirija tenga el don de ser un líder, para que marque el rumbo en las decisiones neurálgicas; por lo general esa responsabilidad recae en el presidente de la Junta Directiva o Consejo de Administración.

Quien ocupe este cargo tiene que tener claro el camino por el cual debe transitar la Asociación, siendo necesario aclarar que hay ocasiones en que se toman buenas decisiones y en otras no; pero eso es parte de los riesgos que lleva inmerso este cargo.

Otro elemento que incide en el desempeño de una Junta Directiva, es el compromiso que expresan los demás directivos en tiempo y en apoyar los proyectos que presente el presidente o cualquier otro directivo.


Ser directivo de una gremial demanda tiempo para atender la operatividad de la misma, así como para asistir a reuniones externas en nombre de la Asociación, por lo que es frecuente que en su estructura administrativa haya un cargo de gerente o director ejecutivo, quien es un empleado a tiempo completo que se encarga de la mayoría de las actividades operativas que les toca realizar a los directivos.

Parte de esa operatividad se evacua con la tecnología existente, ya sea a través de grupos de correos electrónicos, messenger o whatsapp; sin embargo hay temas que demandan reuniones presenciales.


A las gremiales en muchas ocasiones se les pide opiniones sobre "x" o "y" tema, como aporte a una ley, reglamento u otra disposición que pueda afectar a sus afiliados, empresarios o Estado, por lo que se acostumbra a crear comités consultivos de carácter permanente, cuyos integrantes son parte de sus Miembros.

Es normal que haya inconformidades de algunos directivos en ciertos temas, sin embargo, si no son de fondo, esto se logra superar; cuando son de fondo, entonces esa diferencia de opiniones puede empezar a romper la unidad del grupo, llegando a casos extremos que algunos directivos dimitan de sus cargos. Es preciso aclarar que no todo es color de rosa al interior de una Junta Directiva.

Lo ideal es que todos los directivos estén en la misma línea de acción o visión, sin embargo en ocasiones esto no es así, sino que pueden existir divisiones profundas e irreconciliables; en estos casos por el bien de la gremial, es mejor que una de las parte dé un paso al costado para no generar este clima tenso, y que sea el tiempo quien diga cuál de la dos visiones era la que le convenía a la Asociación.

Una debilidad institucional que he observado en todas las gremiales, es que no preparan a sus Miembros para que en un futuro, asuman los cargos de directivos o en los comités de trabajo, algo así como una pequeña escuela que garantice un relevo generacional de la dirigencia de la gremial. 

Este tipo de escuelas, ninguna de las gremiales existentes a la fecha lo ha implementado, lo cual es una debilididad institucional que genera una escases de Miembros que deseen participar como directivos a la hora de las elecciones.

Si no se puede tener una escuela como tal, por lo menos la Junta Directiva debe invitar a toda su membresía para que asistan a sus sesiones, para que conozcan de primera mano el ambiente que se genera y cómo se desarrollan.

El éxito de una gremial se basa no solo en la calidad de directivos, sino que detrás de estos debe tenerse personal identificado con los objetivos de la gremial; esto es así, porque ellos realizan la mayoría de la operatividad dentro de la Asociación, siendo el primer contacto que tienen los nuevos Miembros con la gremial. 

La relación de los directivos con el personal de apoyo, es clave para mantener un ambiente agradable que estimule a ambos a dar lo mejor de si cada día. Si algún directivo ofende o maltrata a un empleado, eso a lo largo afectará su rendimiento.

Por regla general quienes incumplen los Estatutos son los Miembros, sin embargo en algunas ocasiones lo hacen son los mismos directivos ya sea por desconocimiento o dolo; esto es extensible para quienes integran su órgano de vigilancia, quienes en algunas ocasiones no se pronuncia oportunamente, o si lo hace, no lo sustentan legalmente. Esto es una de las imperfecciones que tiene toda gremial, y se debe a que somos humanos y cometemos errores. 

Un error que cometen la mayoría de los integrantes de las Juntas Directivas, es que no comunican oportunamente decisiones que afectarán a sus Miembros; muchas veces no es por mala fe, sino porque no conocen lo importante que es implementar una comunicación oportuna. En algunas ocasiones, si comunican sus decisiones, pero hasta después que las han implementado, lo cual en esencia no sirve de mucho.

Jamás se va a quedar bien con todos los Miembros de una gremial, por lo que hay que pensar democráticamente, es decir hacer énfasis en el beneficio de la mayoría de sus integrantes; esto lo digo por experiencia, debido a que he sido directivo e integrante de comisiones de trabajo en las dos gremiales a las que pertenezco.

Un aspecto que pone a temblar a muchos directivos, es cuando hay que dar una mala noticia, se le toca el bolsillo a los Miembros de la gremial o se presenta una situación sobre la cual no se tiene la experiencia. En los casos donde no se tiene experiencia, lo prudente es hacer consultas a Miembros o ex directivos que si la puedan tener, a fin de minimizar los riesgos hacia la gremial.

Informar sobre los beneficios y todo lo bueno que le favorece al afiliado, eso es fácil, lo que no lo es, es tomar decisiones difíciles que los van afectar, pero que son necesarias por el bien de la Asociación. 

Cuando se toma una mala decisión, por lo general se asume las consecuencias como grupo y se debe aceptar la equivocación como tal; no es conveniente responsabilizar a una persona en particular, por los efectos negativos que esto causaría.

Hay casos en donde se debe defender los intereses de la gremial, y para ello se cuestiona alguna decisión que haya tomado el Consejo, lo cual no siempre es apoyado por todos los directivos, por temor a represalias a nivel individual de esa entidad contra los directivos de la gremial, sin embargo no hacerlo teniendo la razón, es darle una puñalada por la espalda a la gremial y a la profesión. 

Las personas que integran el Consejo son de carne y hueso, no dioses o algo parecido, quienes como humanos que son se pueden equivocar en las decisiones que tomen, y no luchar por algo positivo para el gremio, es faltar al compromiso que se adquiere al asumir un cargo en la Junta Directiva.

Siempre hay más de un afiliado que en las Asambleas Generales opina por qué la Junta Directiva no hizo o hace “x” o “y” actividad, y lo que pide no es fácil de realizar o requiere de tiempo y dinero; luego este Miembro desaparece del mapa de la gremial, y hasta se atrasa en el pago de sus cuotas sociales o contribuciones especiales.

Un porcentaje importante de los Miembros se enfocan en los beneficios que quieren que la gremial les de, siendo pocos los casos en que dicen en qué pueden apoyar (tiempo o dinero); esto ocasiona que muchos directivos se mantengan en sus cargos o en otros (rueda de cabaillitos), por varios periodos lo cual tiene sus pro y sus desventajas.

Los resultados económicos son los que a la mayoría de los Miembros les interesa conocer al final de cada año, y cuando estos son negativos, las críticas no faltan; solo los directivos saben todas las dificultades que han enfrentado para tratar de cumplir con las obligaciones adquiridas al asumir sus cargos.

Una debilidad que tienen todas las gremiales son sus finanzas, ya que por cuestiones de falta de formación comunitaria, un porcentaje importante de sus Miembros, no pagan oportunamente sus cuotas sociales ni las contribuciones especiales; sin embargo hay excepciones porque algunos de sus afiliados pagan anticipadamente sus obligaciones (porcentaje reducido).

También es una realidad que con el pago de las cuotas sociales, no se alcanzan a cubrir los costos mensuales de operación de la gremial, por lo que sus directivos recurren a sus ingresos por capacitaciones para hacerla auto sostenible financieramente hablando; en esta búsqueda de ingresos se contratan excelentes facilitadores, sin embargo siempre se cuela alguno que no lo es, y el Miembro cuestiona a los directivos por el malo, obviando todos los que son excelentes.

Antes de finalizar este artículo es necesario mencionar las relaciones externas que tiene una gremial con las entidades del Estado y con las demás gremiales; por regla general quien asume el rol de representar a la gremial es el presidente de la Junta Directiva, quien tiene que prepararse lo mejor posible para hacer un buen papel ante terceros.

Hay temas que afectan a todas las gremiales, y en estos se suele hacer un solo bloque para defender al gremio, sin embargo hay casos donde una Asociación decide no apoyar el planteamiento de la mayoría, por "x" o "y" razón. Lo anterior obedece a intereses personales, lo cual afecta a la profesión.

Resumiendo, si se quiere tener una gremial fuerte no solo financieramente sino profesionalmente, es necesario que tanto los directivos como cada uno de sus Miembros cumpla con sus obligaciones, y le dediquen parte de su tiempo para colaborar en algunas actividades de la Asociación.

El 2019 trae retos para todas las gremiales y dependerá del enfoque que sus directivos le den a ello, para que estos puedan convertirse en una ventaja o desventaja para cada Asociación.

Les he expresado mi punto de vista sobre la administración de una gremial, sin embargo cada uno de ustedes puede tener una opinión diferente; cualquier coincidencia con la realidad, es pura casualidad.

domingo, 23 de diciembre de 2018

METAMORFOSIS DE LAS GREMIALES DE CONTADORES Y AUDITORES

Autor: Mario Ernesto Castillo Guzmán

Estamos por finalizar el año 2018, por lo que he escrito algunas líneas sobre el desarrollo y transformación de las gremiales de contadores y auditores en El Salvador, según mis conocimientos y fuentes consultadas.

En nuestro país a esta fecha, existen legalmente seis gremiales de contadores y auditores: Corporación de Contadores de El Salvador (CCES), Instituto Salvadoreño de Contadores Públicos (ISCP), Asociacion de Auditores Independientes de El Salvador (AIDES), Asociacion Instituto de Auditoria Interna (IAI El Salvador), Asociacion de Profesionales en Contaduría Pública de Oriente (ASPECPO) y Red de Contadores de El Salvador (REDCOES).

Por muchos años el monopolio gremial lo tuvo la Corporación de Contadores de El Salvador que se fundó en 1930, luego se creó la Asociacion de Contadores Públicos de El Salvador (1962), seguidamente en 1977 se fundó el Colegio de Contadores Públicos Académicos de El Salvador y en 1997 se dio una fusión de tres gremiales para crear el Instituto Salvadoreño de Contadores Públicos (ISCP); a partir de esa fecha solo quedaron dos gremiales CCES y el ISCP.


En septiembre de 1999 el extinto Consejo de Vigilancia de la Contaduría Pública y Auditoria, acordó adoptar tanto las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) y las Normas Internacionales de Auditoria (NIA), delegando a las gremiales existentes la divulgación de dichas normativas.

Estas dos gremiales organizaron seminarios cuyos precios no estaban al alcance de todos los contadores y auditores, lo que fue originando una serie de descontentos entre el gremio, contribuyendo al aparecimiento de AIDES en 2005, seguidamente IAI El Salvador en 2008, continuó con ASPECPO en 2013 y la última gremial que se creó en 2014 fue REDCOES.

Muchos se han de preguntar ¿Por qué tantas gremiales en un país tan pequeño como el nuestro?, algunas de las respuestas serian: a) pluralismo de pensamiento; y b) inconformidades de algunos de los Miembros de las gremiales.

Hay un aspecto del cual muy poco se menciona, pero del cual puedo dar fe, es que los contadores públicos que obtenían su título en licenciatura en contaduría pública, veían de menos a quienes eran contadores públicos certificados (no universitarios) y a los contadores; esto creó una rivalidad entre la CCES y el ISCP.

Se observa que a finales de los años 90, la tendencia fue disminuir la cantidad de gremiales, sin embargo eso solo se mantuvo ocho años, luego se vuelve a la tendencia a que hayan más de dos gremiales.

¿Qué tan bueno es que existan cinco gremiales de contadores y auditores? Si se aborda desde el punto de vista de la pluralidad de pensamiento, la existencia de varias gremiales fortalece al gremio; pero si lo vemos desde el enfoque de unidad, ahí el efecto es lo contrario, ya que cada gremial nació como una expresión de inconformidad al sistema de gremiales tradicionales, en donde no se toma en cuenta la opinión de sus Miembros, sino que se hace lo que piensa un grupo reducido de personas (Junta Directiva).

Cada gremial tiene su propia filosofía de trabajo que han implementado sus fundadores, la cual a través del tiempo pudo cambiar, lo que ha permitido que a la fecha la gremial que ha logrado tener más Miembros sea el ISCP; luego están empatadas la CCES y REDCOES; le siguen IAI El Salvador, AIDES y ASPECPO.

Un aspecto que vale la pena resaltar es que el bi gremialismo se ha roto, y que la gremial REDCOES con solo cinco años de existencia, se encuentra ubicada en un empate en el segundo lugar a nivel de Miembros con la que se creó hace ochenta y ocho años CCES.

El crecimiento de Miembros de REDCOES tiene asombrado a propios y extraños, generándose la siguiente pregunta obligatoria ¿A qué se debe tal crecimiento? A un enfoque de inclusión de parte de sus fundadores, en donde el Miembro es lo más importante y la razón de existencia de la gremial.

En mi opinión la representatividad dentro del gremio la sustenta la cantidad de Miembros que cada gremial tiene, sin embargo no se puede ignorar que la CCES es la pionera a nivel gremial; a pesar de lo anterior, algunos de sus Miembros han sido los que han promovido la creación de nuevas gremiales, por “x” o “y” razón.

Hay un aspecto que también es apropiado citar, y es que a nivel técnico y profesional, el ISCP es la gremial que tiene claro este enfoque, ya que la CCES tiene un énfasis más social que profesional; luego le siguen REDCOES, IAI El Salvador, AIDES y ASPECPO.

En diciembre de 2017 entraron en vigencia algunas reformas a la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría, y una de ellas es que al Consejo de Vigilancia de la Profesión de la Contaduría Pública y Auditoria, se le ha dado la facultad de autorizar y controlar a los contadores, lo cual implica que éstos estarán obligados a acreditar anualmente cuarenta horas de educación continuada, lo que sin duda contribuirá al crecimiento de Miembros de cada gremial.

Estar al frente de una gremial no es fácil, ya que de antemano se debe estar claro que no se puede satisfacer todas las expectativas de sus Miembros, pero hay que intentar satisfacer como mínimo al cincuenta y uno por ciento de sus integrantes, y para ello se necesita saber escuchar. Por otra parte, muchos afiliados desconocen la cantidad de horas hombres que se invierten para tratar de satisfacer sus expectativas.

Un aspecto que es importante traer a colación, es que la mayoría de los Miembros no se involucran en las actividades de las gremiales, sino que solo asisten a las capacitaciones para cumplir con las cuarenta horas de educación continuada que deben hacer cada año; son pocos los colegas que invierten parte de su tiempo como directivos o integrantes de comisiones de trabajo, para el beneficio de los Miembros de la gremial.

¿Por qué muchos colegas actúan así? Soy de la opinión que es un problema que tenemos como sociedad, en donde los sistemas educativos que se han tenido y tiene, se enfocan a promover el individualismo y no la participación comunitaria. Esto tiene a la base un objetivo ideológico político, y es que es más fácil controlar a un pueblo individualista que a uno socialmente unido.

Las gremiales son entes abstractos, sin vida, quienes le dan la vida son sus Miembros, que en este caso son personas naturales; si estas personas trabajan unidas, no solo para recibir beneficios sino también para lograr su sostenibilidad financiera a lo largo del tiempo, se tiene más probabilidades de crecer.

Con el transcurrir de los años, la profesión se contador y auditor ha sufrido transformaciones, por ejemplo: hemos pasado de un sistema manual de registro de las operaciones financieras a uno computarizado, la auditoria ya no se realiza manualmente sino en forma digital, y sin duda el futuro depara muchos cambios más.



Las gremiales tienen que transformarse no solo en lo material, sino en su forma de funcionamiento y administración por parte de las personas que las dirigen, ya que quien se resista al cambio, entrará en una obsolescencia gremial, que la llevará a ser desplazada y porque no decir, existe la posibilidad que desaparezca. 

Cada gremial da un aporte a la sociedad, ya que aglutina a una parte de la población que se dedica a la profesión de contador o auditor, a quienes mantiene actualizados por medio de sus capacitaciones, se comparte información de importancia entre sus afiliados, se puede incidir en temas de interés nacional cosa que muy difícilmente se lograría si se actúa en forma individual, etc.


¿Qué nos depara el 2019? Esto es algo incierto, sin embargo la gremial que tenga un plan de ruta definido, tendrá más probabilidades de crecer en todos los ámbitos, y en esa ruta no debe faltar el tema de la incorporación de jóvenes profesionales en sus órganos de administración y en sus comisiones de trabajo. Lo único seguro es el cambio, ya que lo que funcionó hace diez, cinco o dos años, en un futuro ya no funcionará.

Si queremos un cambio para nuestra profesión, el primer paso que se debe dar es que cada contador o auditor cambie su forma de pensar respecto a no ver como un gasto la afiliación a la gremial de su preferencia, sino como una inversión; el segundo paso que hay que dar, es involucrarse en las actividades operativas de la gremial, aportando parte de tu tiempo en las comisiones de trabajo o en sus órganos de administración y control.

¿Tú ya diste el primer paso para cambiar la profesión?




viernes, 14 de diciembre de 2018

PERITAJES CONTABLES O AUDITORIA FORENSE


Autor: Mario Ernesto Castillo Guzmán

En septiembre de 1999 el extinto Consejo de Vigilancia de la Contaduría Pública y Auditoria (Consejo), acordó adoptar las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) y las Normas Internacionales de Auditoria (NIA).

Desde el 1 de abril de 2000 entró en vigencia la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría (LREC), la cual inicialmente solo autorizaba y regulaba la profesión del contador público que ejercía la auditoria externa; a partir del 1 de diciembre de 2017 entran en vigencia algunas reformas a esta ley, entre las cuales se incorpora la autorización y regulación de la profesión de contador.


Cuando se creó la LREC, nace a la vida jurídica la entidad que tiene a su cargo la supervisión de los auditores externos, siendo este el Consejo de Vigilancia de la Profesión de la Contaduría Pública y Auditoria, quien viene a sustituir al Consejo de Vigilancia de la Contaduría Pública y Auditoria. 

La diferencia entre estos entes aparte de su denominación, es que antes del año 2000 el Consejo no tenía su propia ley, sino que sus actuaciones estaban sustentadas en el art. 290 del Código de Comercio, por lo que su eficacia jurídica era limitada.

En el art. 17 de la LREC, están los ámbitos o atribuciones en los que puede intervenir el auditor externo, en específico citaré a su letra j) donde se le faculta para la realización de los peritajes contables, los que también son conocidos como auditoria forense:

"ATRIBUCIONES DEL CONTADOR PÚBLICO
Art. 17.- Los contadores Públicos intervendrán en forma obligatoria en los siguientes casos:

j) Realizar la compulsa de libros y documentos en la dilucidación de asuntos contables, relacionadas con toda clase de juicios, a petición del juez de la causa o las partes en conflicto.”

Esta clase de trabajos o encargos son conocidos como peritajes contables, peritajes financieros o auditoria forense; para su realización se requiere de conocimientos técnicos, los cuales los encontramos en la "Norma Internacional de Trabajos para Atestiguar, distintos de auditorias o revisiones de información financiera histórica", conocida como por su acrónimo en español como NITA 3000.

Muchos auditores tienen experiencia en auditorias financieras o fiscales, sin embargo los peritajes contables no son técnicamente una auditoria, sino un trabajo especial que busca conocer cómo se dio uno o varios hechos pasados, con el objetivo de resolver una controversia entre dos partes en un proceso judicial.

Los trabajos para atestiguar tienen alguna similitud a los que se hacen en un auditoria, por ejemplo se debe suscribir una carta convenio o de compromiso, hacer la planeación del trabajo, programas de auditoria a la medida, papeles de trabajo, etc.

Los auditores anualmente tienen que actualizar su dirección de contacto ante el Consejo, información que sirve de base para la publicación de todas las personas autorizadas para ejercer la auditoria externa que tiene que hacer en el mes de enero de cada año; esta información es compartida con otras instituciones del Estado, como por ejemplo Ministerio de Hacienda, Corte Suprema de Justicia, Registro de Comercio, etc.

Más de algún auditor ha recibido notificación de un juzgado que ha sido designado para realizar un peritaje contable, preguntándose ¿Cómo lo designaron, si él nunca se enteró de tal requerimiento de ese encargo? En primer lugar esta lista es una fuente de información para que el juez lo haya seleccionado, y en otros casos, los jueces piden a las gremiales de contadores y auditores, que les presenten una terna de sus Miembros para que desarrollen este trabajo.

También se da el caso que una de las partes en conflicto lo contacta directamente para solicitarle sus servicios (demandante o demandado), y este al conocer en que consiste el requerimiento tiene que hacer un estudio para fijar sus honorarios.

Es preciso mencionar que la ley contempla 2 clases de peritos: a) los permanentes que son empleados de cualquier institución del Estado a la cual puede recurrir la Fiscalía General de la República; y b) los accidentales, estos no laboran para el Estado, como por ejemplo los auditores independientes que realizan peritajes contables.

Los peritajes contables son encargos delicados, ya que en base a ellos el juez puede tomar una decisión positiva o negativa para una de las partes en conflicto, pudiéndose llegar al extremo de limitarle el derecho de tránsito, al decretar su detención provisional o definitiva.

No se puede estandarizar la realización de un peritaje, debido a que las controversias entre las partes no es la misma en cada caso, y por lo tanto el enfoque del trabajo a realizar es diferente, requiriéndose del auditor no solo el conocimiento técnico para realizarlo, sino que también el del área jurídica que regula esta clase de encargos, así como dominar el lenguaje que utilizan los jueces y sus colaboradores, ya que éstos serán los que harán uso de su informe.

Los contadores públicos que a la vez son abogados, emiten informes más confiables de los que elaboran, quienes solo son auditores. Esto se debe a que tienen dos puntos de vista para realizar este encargo: el contable y el jurídico.

Una realidad que no se puede ocultar es que en las universidades el estudio de la auditoria forense o peritajes contables, es superficial en el caso que se logre abordarlo, debido a que la mayoría de los docentes nunca han realizado ninguno; si a esto le sumamos que la actitud de muchos estudiantes es no darle la importancia a estos temas, porque se abordan a nivel teórico.

Los peritajes contables son requeridos por los jueces en el área penal, civil o mercantil, para ayudarle a resolver una controversia entre dos partes, por lo que cada caso es abordado de una manera especial en la legislación de nuestro país (Código Procesal Penal y Código Procesal Civil y Mercantil).

Las gremiales de contadores y auditores organizan seminarios o diplomados sobre este tema, considerando que quienes quieran proporcionar estos servicios, deberían de asistir a estos eventos, para que tengan un conocimiento más cercano a la realidad; son pocos los facilitadores que enseñan la parte práctica, ya que la mayoría se queda a nivel teórico, lo cual se debe a que nunca han realizado esta clase de encargos o son egoístas para compartir sus experiencias.

Un porcentaje importante de jueces no conocen de contabilidad y finanzas, por lo que no objetan la redacción de los informes de los peritajes contables, y toman como cierto su contenido, muy a pesar que pueda estar incorrecto o malo; también hay excepciones, ya que existen jueces que corrigen al auditor, pidiéndole que le aclare o mejore la redacción del informe o una parte de este.

En el área penal, los peritos que designa la fiscalía tienen mejores condiciones para realizar su labor, porque esta tiene el monopolio de la investigación del delito y un acceso irrestricto a las diferentes fuentes de información disponibles, sin embargo el perito de la defensa tiene limitantes al acceso a esas fuentes de información.

Quienes realizan estos encargos, deben tomar en cuenta el art. 22 letra b) de la LREC, que literalmente dice:

“PROHIBICION
Art. 22.- Se prohíbe expresamente a los contadores públicos:

b) Emitir dictámenes, informes u opiniones que afirmen, confirmen o avalen actos, operaciones o registros inexistentes o que se efectuaron en forma distinta a la consignada en dichos dictámenes, informes u opiniones.”

Un auditor que incorpore en la redacción de su peritaje información falsa o con dolo, se tiene que preocupar porque estaría cometiendo una infracción muy grave, según el art. 45 de la LREC:

“INFRACCIONES
Art. 45.- Para los efectos de esta ley se entenderá como infracciones de los contadores públicos y los auditores, las siguientes:

FALTAS MUY GRAVES
b) Incurrir, causando daños a terceros, las prohibiciones establecidas en el art. 22 de esta ley.”

Por falta de conocimiento o por dolo, un auditor puede ser sancionado según el art. 47 de la LREC, tal como se detalla a continuación:

TIPO DE SANCIONES
Art. 47.- Las faltas leves se sancionaran por el Consejo con amonestación escrita, la que se registrara en el expediente respectivo; las falta graves se sancionaran con multa de dos a quince salarios mínimos mensuales del comercio y servicios; y las falta muy graves se sancionaran con suspensión de uno a cinco años en el ejercicio de la profesión.

Esta sanción es de tipo administrativo, no debiéndose olvidar que puede iniciarse un proceso penal contra el auditor, por haber incluido información falsa en su informe o en la la defensa de este, en la etapa penal conocida como vista pública.

Es necesario aclarar que el documento que emite el auditor que realiza un peritaje contable, no es un dictamen en sí, sino un informe que va dirigido por regla general al juez que tiene a cargo el proceso judicial.

La distribución de este informe es la siguiente: uno para el juez, una copia para cada una de las partes en controversia y una para el archivo de los papeles de trabajo del contador público. No existe una cantidad mínima o máxima de páginas para redactar el informe y su anexos, sino que esto depende de aspectos como la complejidad del caso, años que se revisaron, conocimiento legal del auditor, etc.

De la lectura de la primer página de un peritaje contable, se puede deducir si quien lo emitió conoce o no sobre este tema; el lenguaje que debe utilizarse al elaborar este informe, debe cumplir con la parte técnica pero no debe ser elevado o complejo para que su usuario (juez) lo pueda entender.

Con los casos de corrupción que se han judicializado recientemente contra ex funcionarios públicos, el tema de los peritajes contables o auditoria forense, cobrará interés para la Fiscalía General de la República, jueces, cámaras, sección de probidad y la misma Corte Suprema de Justicia entre otros.




martes, 4 de diciembre de 2018

DIRECTORES ELECTOS DEL CVPCPA PARA EL PERIODO 2018-2021

El pasado 19 de noviembre de 2018 el sector profesional eligió a los nuevos directores propietarios y suplentes del Consejo de Vigilancia de la Profesión de la Contaduría Pública y Auditoría (Consejo) para el periodo 2018-2021, habiendo resultado electos los representantes de las gremiales: Asociación de Auditores Independientes de El Salvador (AIDES) y el Instituto de Auditoria Interna de El Salvador (IAI El Salvador) como directores propietarios; y como directores suplentes el Instituto Salvadoreño de Contadores Públicos (ISCP) y la Asociación Salvadoreña de Profesionales en Contaduría Pública de Oriente (ASPECPO).

El 3 de diciembre de 2018 la ministra de economía doctora Luz Estrella Rodríguez, juramentó a los nuevos integrantes del Consejo para el periodo 2018-2021.

La conformación de este Consejo es atípica porque por primera vez, la Corporación de Contadores de El Salvador y el Instituto Salvadoreño de Contadores Públicos, no son directores propietarios.

Es oportuno mencionar que la Corporación de Contadores de El Salvador (CCES), no participó en la elección del Consejo, por no estar de acuerdo con el procedimiento de elección que contempla la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría.

La gremial que quedó también excluida de integrar el Consejo por segundo periodo consecutivo, fue la Red de Contadores de El Salvador (REDCOES).

¿Cómo se logró esta conformación atípica de los directores del Consejo? Hubo un entendimiento entre cuatro gremiales de las seis existentes, lo cual se acordó antes de la fecha de elección.

Hay un punto de vista que vale la pena mencionar, y es que una gremial que agrupa a profesionales que no son autorizados ni supervisados por el Consejo (IAI El Salvador), tiene un director propietario, y su voto incidirá en los acuerdos que tome el Consejo, para regular y supervisar a los contadores y auditores externos en el periodo 2018-2021.

¿Cómo es posible esta situación? Para dar una explicación a ello, es preciso remontarse a la elección del periodo 2015-2018 en donde la Corporación de Contadores de El Salvador como el Instituto Salvadoreño de Contadores Públicos, se pusieron de acuerdo para que el IAI El Salvador tuviera un director suplente del Consejo en lugar de REDCOES, a pesar que la Ley Reguladora de Ejercicio de la Contaduría no lo permitía, según su art. 28 letra e), ya que quienes podían proponer candidatos eran únicamente las asociaciones gremiales de contadores:

“INTEGRACIÓN
Art. 28.- El Consejo estará integrado de la siguiente manera:

e) Dos Directores nombrados por las asociaciones gremiales de contadores, que estén debidamente registradas ante el Ministerio del Interior; no pudiendo ser ambos representantes de la misma gremial.”

¿Es IAI El Salvador una asociación de contadores? A simple vista su denominación no encuadra dentro de la categoría de asociaciones de contadores, y al leer sus Estatutos publicados en el Diario Oficial el 14 de abril de 2008, específicamente el art. 4 que contempla sus fines u objetivo, se confirma tal situación.

Los representantes de las gremiales que votaron a favor de IAI El Salvador, incumplieron la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría; y luego sus representantes en el Consejo hablan de ética y piden a los contadores y auditores que cumplan la ley, !Aquí hay algo que no es coherente¡.

¿Por qué la CCES como el ISCP avalaron que el IAI El Salvador tuviera un director en el Consejo, en el periodo 2015-2018, en lugar de REDCOES? Por temor a que los desplazará de su monopolio gremial.

Otro dato que es importante mencionar es que el presidente del Consejo en el periodo 2015-2018 había sido juramentado el 31 de octubre de 2015 (antes de la elección), quien es Miembro de AIDES y quería conformar un directorio favorable a su visión, y para ello necesitaba aliados, razón por la cual no cuestionó la participación de IAI El Salvador, llevándose de encuentro al ministro de economía de esa época, licenciado Tharsis Salomón López Guzmán.

En el año 2017 se reformó la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría, y fue el presidente del Consejo que le presentó el proyecto al ministro de economía, y después de las observaciones que hizo el presidente de la república, lograron reformar el artículo 28 de esta ley, el cual quedó redactado así:

“INTEGRACION

Art. 28.- El Consejo estará integrado de la siguiente manera:

e) DOS DIRECTORES NOMBRADOS POR LAS ASOCIACIONES GREMIALES DE LA CONTADURÍA Y AUDITORÍA, LEGALMENTE CONSTITUIDAS EN EL PAÍS."

Con esta reforma se ha pretendido dar un asidero legal al IAI El Salvador para que pueda proponer candidatos para integrar el Consejo, ya que el término "Auditoria" es el género y las especies son la auditoria externa y la interna; con este argumento, esta gremial tienen un director propietario en el periodo 2018-2021.

Tanto en el Consejo como las gremiales hacen una interpretación legal de este artículo a su conveniencia, olvidándose que existen métodos de interpretación cuando hay dudas sobre cómo debe interpretarse una norma jurídica; es evidente que existe una duda sobre si el legislador quiso incluir o no, a los auditores internos en el art. 28 de la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría.

En estos casos cuando la interpretación literal genera dudas, el intérprete debe utilizar el método teleológico, el cual consiste en atribuir un significado a una norma o clausula, analizando primeramente la finalidad del precepto (en el caso en particular, se deben revisar los considerandos de la ley y relacionarlos con una realidad conocida).

Si leemos los considerandos de la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría, veremos que en el primero de ellos se hace mención al Código de Comercio, específicamente dice que una ley regulará el funcionamiento del Consejo, quien se encargará de supervisar la contaduría y auditoría.

 ¿A qué clase de auditoría se refirió el legislador? Para salir de esta duda, es necesario citar el art. 1 de la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría, donde de una forma contundente hace mención que la auditoría que regula es la que conlleva a dar fe plena y pública. 

Este artículo es clave para saber a qué clase de auditoría se refirió el legislador, y para ello se plantea la siguiente pregunta ¿Los auditores internos dan fe plena y pública en sus actuaciones? Claro que no, por lo que el término "Asociaciones gremiales de auditoria" que aparece en la letra e) del art. 28 de la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría, se debe interpretar que se refiere a las gremiales de auditores externos, ya que éstos son los que dan fe plena y pública cuando firman estados financieros.

Si aún hay dudas sobre si la auditoria interna es la que el legislador consideró a la hora de crear y aprobar la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría, les invito a que lean los artículos 289 y 290 del Código de Comercio:

“Art. 289.- La vigilancia de la sociedad anónima, estará confiada a un auditor designado por la junta general, la cual señalará también su remuneración. El auditor ejercerá sus funciones por el plazo que determine el pacto social y, en su defecto, por el que señale la junta general en el acto del nombramiento.

Art. 290.- La Auditoría a que se refiere el artículo anterior es la externa. Una Ley especial regulará su ejercicio.
La vigilancia de los contadores públicos será ejercida por un Consejo de Vigilancia que tendrá la organización y atribuciones que dicha ley le confiera.
El cargo de auditor es incompatible con el de administrador, gerente o empleado subalterno de la sociedad. No podrán ser auditores los parientes de los administradores o gerentes de la sociedad, dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad. (2)(18)”

Mi opinión no va en contra del colega que ocupa este cargo por parte del IAI El Salvador para el periodo 2018-2021, ya que no lo conozco, sino que la entidad que lo propuso no fue considerada por el legislador que creó la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría.

Hoy el ISCP ha sido desplazado a un cargo de director suplente y la CCES no integra el Consejo, lo cual considero que es el resultado del karma, es decir que cada quien cosecha lo que siembra.

Actualmente las gremiales que tienen más Miembros son: en primer lugar el ISCP; en el segundo lugar están empatadas la CCES y la Red de Contadores de El Salvador (REDCOES); luego sigue el IAI El Salvador; en quinto lugar está AIDES; y en último lugar ASPECPO.

La CCES fue fundada en 1930 y hoy reclama que por su antigüedad debe estar en el Consejo, sin embargo, la ley, no le da tal beneficio debido al derecho de igualdad que contempla nuestra Constitución en su art. 3; en algo si considero que tienen razón ya que, de las seis gremiales existentes, las tres que tienen menos Miembros son las que tienen directores en el Consejo en el periodo 2018-2021: IAI El Salvador, AIDES y ASPECPO.

En teoría la cantidad de Miembros de una gremial sustenta su representatividad o legitimidad, es decir que entre más Miembros tenga una gremial, está tiene una mayor representatividad para actuar en nombre del gremio; esto nos permite opinar que quienes resultaron electos como directores del Consejo para el 2018-2021, aparentemente gozan de legalidad, pero no legitimidad que la da la cantidad de afiliados.

En algo acertaron tanto la CCES como el ISCP en 2015, y es que REDCOES crecería rápidamente en Miembros, lo cual se debe a que hacen cosas distintas en favor de sus afiliados; en casi cinco años de existencia, REDCOES ha logrado ubicarse prácticamente en un empate a nivel de afiliados con la CCES, gremial que tiene 88 años de existencia.

El actual sistema para elegir a los representantes de las gremiales para el Consejo, permite que éstas se pongan de acuerdo antes de las elecciones, y excluyan a otras, lo que afecta al gremio, ya que actuar así no abona a generar una armonía profesional, sino que todo lo contrario. 

Lo ideal es que haya una rotación en los integrantes del Consejo por parte del sector gremial, para que todas tengan la oportunidad de integrarlo.

Para cambiar este escenario, se requiere reformar la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría, lo cual lo veo difícil, por lo demostrado hasta ahora por los representantes de todas las gremiales.