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lunes, 31 de diciembre de 2018

ADMINISTRACION DE GREMIALES DE CONTADORES Y AUDITORES


Autor: Mario Ernesto Castillo Guzmán

Hoy es el último día del año 2018, por lo que haciendo una valoración de los diferentes eventos que he vivido, decidí escribir sobre un tema que conozco un poco, porque tengo veintisiete años de ser Miembro de la gremial de contadores y auditores más antigua del país, la Corporación de Contadores de El Salvador y casi cinco de la más joven que existe, Red de Contadores de El Salvador, por lo que he seleccionado el relacionado a la administración de estas Asociaciones profesionales.

Desde el 1 de diciembre de 2017 entraron en vigencia las reformas a la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría (LREC), siendo una de fondo la relacionada a que las personas que firmen estados financieros como contadores, deben solicitar su acreditación ante el Consejo de Vigilancia de la Profesión de la Contaduría Pública y Auditoria (Consejo); al estar acreditados, éste les asignará un número de contador con el sello respectivo, para que lo utilicen en sus actuaciones profesionales.

Ahora el Consejo autoriza y supervisa legalmente a los contadores, por lo que éstos están obligados a cumplir con las cuarenta horas de educación continuada, que antes le era aplicable solo a los auditores externos; esta nueva exigencia a los contadores les hará tomar una decisión de afiliarse o no a una gremial ¿Por qué? Bueno porque a las personas que son Miembros de una gremial, se les da precios preferenciales en los seminarios de capacitación.

Lo bueno de las reformas a la LREC es que ocasionará que muchos contadores se afilien a una gremial, lo cual es positivo para la profesión en general, porque solo siendo Miembro de una de ellas, se puede experimentar que afiliarse no es un gasto sino una inversión, ya que las gremiales brindan beneficios a sus Miembros, por ejemplo: precios preferentes en las capacitaciones, comparten información de importancia, ofrecen seguros de vida gratuitos, envían boletines técnicos, uno amplia su circulo de amigos o conocidos, se dan reencuentro de personas que tenían años de no verse, etc.

Cualquiera que sea la gremial a la que pertenezcas o te afilies, ésta tiene Estatutos en los cuales se reúnen los acuerdos que tomaron sus fundadores para regir las relaciones internas y externas de los Miembros de la Asociación; una gremial es un ente abstracto que no se puede tocar o hablar con ella, sino que quienes le dan vida son sus integrantes.

Como en toda entidad, se hace necesario delegar la administración de la gremial, lo cual se encuentra definido en sus Estatutos, es decir que debe existir un artículo que establezca los órganos de administración y control.

Por regla general la administración de una gremial, se le asigna a una Junta Directiva o Consejo de Administración, cuya cantidad de integrantes suele ser impar para facilitar las votaciones que haya al interior de la misma; lo que no es frecuente es que haya un órgano independiente que controle las actividades de la Junta Directiva o Consejo de Administración, pero que los hay, si puedo dar fe de ello.

Lo que varía en los Estatutos de cada gremial respecto a su órgano de administración es el nombre de los cargos, cantidad de directivos, los requisitos para postularse a cada uno de los cargos, periodo de vigencia en los cargos, proceso de elección, detalle de sus facultades y obligaciones entre otros.

Los Miembros que deciden incursionar como directivos en algunas ocasiones no se involucran como se debe, por lo que es frecuente que su aporte en tiempo sea mínimo; sin embargo, hay casos excepcionales donde se involucran en un 101%, para lo cual tienen que recortar el tiempo que le dedican a su trabajo y familia. 

Si todos los directivos se involucran en las actividades de la gremial como debe ser, entonces resulta más fácil lograr las metas que se hayan propuesto, pero si no todos colaboran, el trabajo se le recarga por lo general al presidente de la Junta.

Una de las características de asumir cargos y sus obligaciones en una Junta Directiva, es que éstos se desempeñan ad honorem, es decir de choto, lo cual no lo hace cualquiera, sino solo las personas que están identificadas con la profesión. 

No es lo mismo administrar una gremial con gran historial que una relativamente joven de existir, tienen sus pro y contras; en una Asociación con amplia historia, uno de esos contras es su misma historia, la cual les limita a innovar y tomar decisiones oportunas y apropiadas, en cambio en una Asociación joven, los cambios se asimilan rápidamente porque existe menos burocracia.

Independientemente del tamaño de una gremial, se requiere que quien la dirija tenga el don de ser un líder, para que marque el rumbo en las decisiones neurálgicas; por lo general esa responsabilidad recae en el presidente de la Junta Directiva o Consejo de Administración.

Quien ocupe este cargo tiene que tener claro el camino por el cual debe transitar la Asociación, siendo necesario aclarar que hay ocasiones en que se toman buenas decisiones y en otras no; pero eso es parte de los riesgos que lleva inmerso este cargo.

Otro elemento que incide en el desempeño de una Junta Directiva, es el compromiso que expresan los demás directivos en tiempo y en apoyar los proyectos que presente el presidente o cualquier otro directivo.


Ser directivo de una gremial demanda tiempo para atender la operatividad de la misma, así como para asistir a reuniones externas en nombre de la Asociación, por lo que es frecuente que en su estructura administrativa haya un cargo de gerente o director ejecutivo, quien es un empleado a tiempo completo que se encarga de la mayoría de las actividades operativas que les toca realizar a los directivos.

Parte de esa operatividad se evacua con la tecnología existente, ya sea a través de grupos de correos electrónicos, messenger o whatsapp; sin embargo hay temas que demandan reuniones presenciales.


A las gremiales en muchas ocasiones se les pide opiniones sobre "x" o "y" tema, como aporte a una ley, reglamento u otra disposición que pueda afectar a sus afiliados, empresarios o Estado, por lo que se acostumbra a crear comités consultivos de carácter permanente, cuyos integrantes son parte de sus Miembros.

Es normal que haya inconformidades de algunos directivos en ciertos temas, sin embargo, si no son de fondo, esto se logra superar; cuando son de fondo, entonces esa diferencia de opiniones puede empezar a romper la unidad del grupo, llegando a casos extremos que algunos directivos dimitan de sus cargos. Es preciso aclarar que no todo es color de rosa al interior de una Junta Directiva.

Lo ideal es que todos los directivos estén en la misma línea de acción o visión, sin embargo en ocasiones esto no es así, sino que pueden existir divisiones profundas e irreconciliables; en estos casos por el bien de la gremial, es mejor que una de las parte dé un paso al costado para no generar este clima tenso, y que sea el tiempo quien diga cuál de la dos visiones era la que le convenía a la Asociación.

Una debilidad institucional que he observado en todas las gremiales, es que no preparan a sus Miembros para que en un futuro, asuman los cargos de directivos o en los comités de trabajo, algo así como una pequeña escuela que garantice un relevo generacional de la dirigencia de la gremial. 

Este tipo de escuelas, ninguna de las gremiales existentes a la fecha lo ha implementado, lo cual es una debilididad institucional que genera una escases de Miembros que deseen participar como directivos a la hora de las elecciones.

Si no se puede tener una escuela como tal, por lo menos la Junta Directiva debe invitar a toda su membresía para que asistan a sus sesiones, para que conozcan de primera mano el ambiente que se genera y cómo se desarrollan.

El éxito de una gremial se basa no solo en la calidad de directivos, sino que detrás de estos debe tenerse personal identificado con los objetivos de la gremial; esto es así, porque ellos realizan la mayoría de la operatividad dentro de la Asociación, siendo el primer contacto que tienen los nuevos Miembros con la gremial. 

La relación de los directivos con el personal de apoyo, es clave para mantener un ambiente agradable que estimule a ambos a dar lo mejor de si cada día. Si algún directivo ofende o maltrata a un empleado, eso a lo largo afectará su rendimiento.

Por regla general quienes incumplen los Estatutos son los Miembros, sin embargo en algunas ocasiones lo hacen son los mismos directivos ya sea por desconocimiento o dolo; esto es extensible para quienes integran su órgano de vigilancia, quienes en algunas ocasiones no se pronuncia oportunamente, o si lo hace, no lo sustentan legalmente. Esto es una de las imperfecciones que tiene toda gremial, y se debe a que somos humanos y cometemos errores. 

Un error que cometen la mayoría de los integrantes de las Juntas Directivas, es que no comunican oportunamente decisiones que afectarán a sus Miembros; muchas veces no es por mala fe, sino porque no conocen lo importante que es implementar una comunicación oportuna. En algunas ocasiones, si comunican sus decisiones, pero hasta después que las han implementado, lo cual en esencia no sirve de mucho.

Jamás se va a quedar bien con todos los Miembros de una gremial, por lo que hay que pensar democráticamente, es decir hacer énfasis en el beneficio de la mayoría de sus integrantes; esto lo digo por experiencia, debido a que he sido directivo e integrante de comisiones de trabajo en las dos gremiales a las que pertenezco.

Un aspecto que pone a temblar a muchos directivos, es cuando hay que dar una mala noticia, se le toca el bolsillo a los Miembros de la gremial o se presenta una situación sobre la cual no se tiene la experiencia. En los casos donde no se tiene experiencia, lo prudente es hacer consultas a Miembros o ex directivos que si la puedan tener, a fin de minimizar los riesgos hacia la gremial.

Informar sobre los beneficios y todo lo bueno que le favorece al afiliado, eso es fácil, lo que no lo es, es tomar decisiones difíciles que los van afectar, pero que son necesarias por el bien de la Asociación. 

Cuando se toma una mala decisión, por lo general se asume las consecuencias como grupo y se debe aceptar la equivocación como tal; no es conveniente responsabilizar a una persona en particular, por los efectos negativos que esto causaría.

Hay casos en donde se debe defender los intereses de la gremial, y para ello se cuestiona alguna decisión que haya tomado el Consejo, lo cual no siempre es apoyado por todos los directivos, por temor a represalias a nivel individual de esa entidad contra los directivos de la gremial, sin embargo no hacerlo teniendo la razón, es darle una puñalada por la espalda a la gremial y a la profesión. 

Las personas que integran el Consejo son de carne y hueso, no dioses o algo parecido, quienes como humanos que son se pueden equivocar en las decisiones que tomen, y no luchar por algo positivo para el gremio, es faltar al compromiso que se adquiere al asumir un cargo en la Junta Directiva.

Siempre hay más de un afiliado que en las Asambleas Generales opina por qué la Junta Directiva no hizo o hace “x” o “y” actividad, y lo que pide no es fácil de realizar o requiere de tiempo y dinero; luego este Miembro desaparece del mapa de la gremial, y hasta se atrasa en el pago de sus cuotas sociales o contribuciones especiales.

Un porcentaje importante de los Miembros se enfocan en los beneficios que quieren que la gremial les de, siendo pocos los casos en que dicen en qué pueden apoyar (tiempo o dinero); esto ocasiona que muchos directivos se mantengan en sus cargos o en otros (rueda de cabaillitos), por varios periodos lo cual tiene sus pro y sus desventajas.

Los resultados económicos son los que a la mayoría de los Miembros les interesa conocer al final de cada año, y cuando estos son negativos, las críticas no faltan; solo los directivos saben todas las dificultades que han enfrentado para tratar de cumplir con las obligaciones adquiridas al asumir sus cargos.

Una debilidad que tienen todas las gremiales son sus finanzas, ya que por cuestiones de falta de formación comunitaria, un porcentaje importante de sus Miembros, no pagan oportunamente sus cuotas sociales ni las contribuciones especiales; sin embargo hay excepciones porque algunos de sus afiliados pagan anticipadamente sus obligaciones (porcentaje reducido).

También es una realidad que con el pago de las cuotas sociales, no se alcanzan a cubrir los costos mensuales de operación de la gremial, por lo que sus directivos recurren a sus ingresos por capacitaciones para hacerla auto sostenible financieramente hablando; en esta búsqueda de ingresos se contratan excelentes facilitadores, sin embargo siempre se cuela alguno que no lo es, y el Miembro cuestiona a los directivos por el malo, obviando todos los que son excelentes.

Antes de finalizar este artículo es necesario mencionar las relaciones externas que tiene una gremial con las entidades del Estado y con las demás gremiales; por regla general quien asume el rol de representar a la gremial es el presidente de la Junta Directiva, quien tiene que prepararse lo mejor posible para hacer un buen papel ante terceros.

Hay temas que afectan a todas las gremiales, y en estos se suele hacer un solo bloque para defender al gremio, sin embargo hay casos donde una Asociación decide no apoyar el planteamiento de la mayoría, por "x" o "y" razón. Lo anterior obedece a intereses personales, lo cual afecta a la profesión.

Resumiendo, si se quiere tener una gremial fuerte no solo financieramente sino profesionalmente, es necesario que tanto los directivos como cada uno de sus Miembros cumpla con sus obligaciones, y le dediquen parte de su tiempo para colaborar en algunas actividades de la Asociación.

El 2019 trae retos para todas las gremiales y dependerá del enfoque que sus directivos le den a ello, para que estos puedan convertirse en una ventaja o desventaja para cada Asociación.

Les he expresado mi punto de vista sobre la administración de una gremial, sin embargo cada uno de ustedes puede tener una opinión diferente; cualquier coincidencia con la realidad, es pura casualidad.

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