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lunes, 9 de marzo de 2020

ANTEPROYECTO DE REFORMAS A LA LEY REGULADORA DEL EJERCICIO DE LA CONTADURÍA


El pasado 14 de febrero de 2020 la CORPORACIÓN DE CONTADORES DE EL SALVADOR llevó a cabo un evento que denominó CONVERSATORIO al cual asistieron varios directores del Consejo de Vigilancia de la Profesión de la Contaduría Pública y Auditoria (en adelante Consejo), quienes dieron a conocer sus resoluciones 326 y 327/2019.



En ese evento el presidente del Consejo dio una primicia a los asistentes, en cuanto que esta entidad promovería una reforma a la Ley Reguladora del Ejercicio de la Contaduría (en adelante LREC), y que el 17 de febrero del corriente año enviarían a las gremiales una carta solicitándoles sus aportes de mejora a dicha ley.

Las cartas mencionadas fueron fechadas hasta el 24 de febrero de 2020 y en ellas le dan 21 días a partir de la fecha de recepción, para que las gremiales le hagan llegar al Consejo, sus sugerencias de mejora. Si las cartas fueron entregadas el 25 de febrero, el plazo vencerá el 16 de marzo de 2020.

Un dato que los directores del Consejo omitieron decir a los asistentes, es que esta entidad ha contratado un profesional para que les elabore un proyecto de reforma, lo que viene a demostrar que no es un trabajo fácil de realizar.

Considero saludable reformar la LREC por términos que aparecen en ella que son incorrectos como por ejemplo, que los auditores damos FE PLENA Y PÚBLICA, sin embargo, el momento coyuntural en que se piden estos aportes, es complicado para el gremio en general, ya que nos encontramos en el proceso de los cierres contables y emisión de dictámenes, lo cual nos obliga a trabajar hasta altas horas de las noche y fines de semana.

Soy Miembro de dos gremiales y en ambas sus juntas directivas manejaron confidencialmente este tema:

     a)   La Corporación de Contadores de El Salvador envió hasta el 2 de marzo de 2020 la circular 01.03.2020 mediante la cual piden a sus Miembros dar sus aportes para mejorar la redacción de la LREC y dan como plazo para enviarlos el lunes 9 de marzo de 2020 (siete días para hacer este análisis).

     b) La Red de Contadores de El Salvador, hizo algo similar y el 4 de marzo envió un correo solicitando aportes a sus Miembros y fijó el martes 10 de marzo de 2020 como el plazo final para hacérselos llegar (seis días para hacer un análisis tan delicado). 

Los actuales presidentes de la Corporación de Contadores de El Salvador y de la Red de Contadores de El Salvador, participaron en su calidad de vicepresidentes de estas gremiales en el análisis que se hizo de las reformas de la LREC en el año 2017, por lo que conocen de primera mano que para un trabajo de esta naturaleza se requiere más de siete días y de la ayuda de un abogado. 

Para decir que los insumos son en nombre de todos los Miembros de una gremial, los directivos deben organizar de dos a tres eventos (tipo conversatorios) donde participen la mayoría de los afiliados dando sus impresiones sobre una posible reforma a la LREC; caso contrario serán las opiniones de un grupo reducido de afiliados que no representan el sentir de la mayoría. 

Dar insumos basándose en aportes de algunos Miembros, socios o afiliados, pudiera considerarse por parte de los directivos como una actuación que goza de la legalidad del caso, lo cual sin duda alguna así es, pero no goza de la legitimidad porque la mayoría de los Miembros de la gremial no han dado sus aportes, no porque no quieran, sino porque los directivos no han creado las condiciones para hacerlo, es decir programar eventos tipo conversatorios; sino que hicieron lo más fácil, ajustarse al plazo que les dio el Consejo. 

Un tema de esta magnitud no debe abordarse a la carrera, ya que puede marcar la pauta como en el futuro se legislará la profesión del contador y auditor. No me opongo per se al cambio de la ley, sino que únicamente expongo que es mejor hacer un estudio o análisis más amplio, lo cual beneficiaría a todos los actores que intervienen en este anteproyecto.

A título personal envié mensajes a los directivos de ambas gremiales para exhortarlos a que este tema se manejara en la INTERGREMIAL, para solicitarle al Consejo un cambio de metodología, para que los aportes de cada gremial fueran al proyecto que ellos habían mandado a elaborar, sin recibir contestación positiva a mi sugerencia.

¿Por qué de mi planteamiento? Porque de lo contrario las gremiales no conocerían el proyecto que el Consejo ha mandado a elaborar, dejándolas con ello sin argumentos para defender oportunamente los intereses de sus Miembros.

La Sala de lo Constitucional en más de una sentencia ha hecho ver que la Asamblea Legislativa debe tomar en cuenta a los sectores afectados con una ley, siendo uno de estos casos la que se encuentra en la resolución 44/2013/145-2013 que se refiere a la tan famosa Ley Especial de Justicia Transicional, Reparación y Reconciliación Nacional (conocida popularmente como ley de Amnistía); para evitar llegar a estas instancias, es conveniente generar una amplia participación en el proceso del anteproyecto de las reformas a la LREC.

El articulo 36 letra e) de la LREC establece la siguiente atribución del Consejo:

     e)   “Formular los anteproyectos de las leyes y reglamentos que sean necesarios para el ejercicio de la profesión, así como sus respectivas reformas, previa opinión de las Asociaciones profesionales de contadores, sometiéndolos a consideración del Ministro de Economía para su respectiva aprobación por el órgano correspondiente.”

En mi humilde opinión esta norma indica que el anteproyecto de ley que ha mandado a elaborar el Consejo debería ser discutido con las gremiales de la contaduría, para buscar el mejor consenso posible y luego enviarse al Ministro(a) de Economía, para que sea este quien lo introduzca a la Asamblea Legislativa para su discusión.

En los cambios de la normativa que rige la profesión de los contadores y auditores se ha tenido malas experiencias en cuanto a su aprobación, por ejemplo, los directores del Consejo del periodo 2015-2018 avalaron en 2017 que se presentara al Ministro de Economía un proyecto de reformas a la LREC, sin su discusión con las gremiales a tal grado que estas se dieron cuenta de ellas hasta que ya habían sido aprobadas por la Asamblea legislativa.

Posteriormente se dio otro evento en donde el presidente del Consejo 2015-2018 envió a las gremiales un proyecto del Reglamento de la ley, hasta que el departamento jurídico del Ministerio de Economía les había hecho una serie de observaciones a tal documento.

En ambos casos las gremiales de contadores y auditores conocieron los documentos mencionados hasta después de ser presentados a las instancias respectivas, por lo que surge la siguiente duda ¿Hoy con el nuevo anteproyecto de reformas a la LREC va a pasar algo similar? Este es un punto que en la ley debe quedar claro en cuanto a que todo anteproyecto de reforma a la LREC debe ser discutido previamente con las gremiales.

En lo personal me preocupa la decisión de la mayoría de los integrantes de las juntas directivas de estas dos gremiales, ya que optaron por hacer lo que les pidió el Consejo, dando la impresión de que se olvidaron de que uno de los fines de cualquier gremial es la defensa de los intereses de sus Miembros. Esto lo digo con el debido respecto, porque conozco a más de un directivo de esas gremiales y sé que algunos de ellos no apoyaron actuar como la mayoría acordó hacerlo.

Si en un futuro se aprueban reformas a la LREC que vayan en contra de los intereses de los contadores y auditores, ¿Qué se puede hacer? Una vez aprobadas, es muy difícil revertirlas y no hay lamento que valga.



No haber retomado el tema de las reformas de la LREC en la INTERGREMIAL me parece un desacierto de todas las gremiales, ya que individualmente cada gremial es más débil que actuando en bloque; de esto ya hay un antecedente en 2017 en donde la unión de tres gremiales CORPORACIÓN DE CONTADORES DE EL SALVADOR, INSTITUTO SALVADOREÑO DE CONTADORES PÚBLICOS Y RED DE CONTADORES DE EL SALVADOR, logró que el presidente de la república de ese entonces devolviera con observaciones a la Asamblea Legislativa el decreto legislativo 646, el cual contiene las primeras reformas a la LREC.




Un dato que vale la pena mencionar es que los integrantes de la Junta Directiva de la Red de Contadores de El Salvador para el periodo 2020-2021, tomaron posesión el 1 de enero de 2020, donde prácticamente solo hubo dos incorporaciones de directivos, los demás se reeligieron, incluyendo a su presidente.

En la Corporación de Contadores de El Salvador, su nueva Junta Directiva fue electa el pasado 27 de febrero de 2020, y la mayoría de los directivos fueron reelectos, incluyendo a su presidente; creo que dos son los nuevos directivos.

Tanto la directiva de la Red como la de la Corporación tienen un elemento en común, no tuvieron competencia para sus elecciones, lo cual es malo para la institucionalidad de toda gremial.

Esta situación se ve hasta normal porque en el gremio de contadores y auditores hay una realidad que no se PUEDE OCULTAR, en cuanto a que existe una apatía tremenda para participar en cargos de Juntas Directivas, muy a pesar de que hay muy buenos elementos que ejercen la profesión en forma independiente. 

Ante esta realidad, muchas juntas directivas se integran con personas que no ejercen la profesión en forma independiente, sino que trabajan como empleados en el sector privado o con instituciones del Estado, sin embargo tienen la buena intención de poner su granito de arena en pro de la profesión. 

Si la sociedad salvadoreña tiene una mala percepción del contador y auditor, eso se debe a que los que las ejercemos no participamos activamente dentro de las gremiales, sino que esperamos que otros hagan el trabajo. He estado alrededor de seis años participando como directivo dentro de las gremiales, considerando que hay mucho por hacer en favor de la profesión, pero la mayoría de colegas solo ven lo que pasa y eso si son buenos para pedir beneficios y criticar en las redes sociales sin base. 

Ninguna directiva es perfecta, hacen lo que está a su alcance ya que no trabajan a tiempo completo para la gremial, sino que le dedican el tiempo que aparentemente les queda libre; en una directiva no todos sus integrantes se involucran como debe ser, sino que muchos solo llegan para la foto y los refrigerios, por lo que el trabajo se recarga en dos a tres personas, quienes con el tiempo se olvidan de que las decisiones son colegiadas y no escuchan lo que sus Miembros piensan sobre como está siendo conducida la gremial.

Soy de la opinión que los jóvenes profesionales son los llamados a liderar el cambio en pro de la profesión junto a un par de colegas con experiencia como profesionales independientes, exhortándoles a que se incorporen como directivos en la gremial de su preferencia, sin olvidarse que para llegar a ser un líder se debe aprender a escuchar no a oír.

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